Cueva de la Excomunión o de Jaime "el Barbudo"

Cueva de la Excomunión o de Jaime "el Barbudo" (Abarán)
Fotografía de Héctor Manuel Quijada Guillamón (2018)


Cueva y collado de la Excomunión: a distancia de 4 leguas de Abarán en la provincia de Murcia, partido judicial de Cieza, por la parte E y al final del término de aquella villa se halla esta cueva al N y al pie de la sierra de la Pila. Por su extremo inferior se ven algunas tierras roturadas, por el superior y laterales el terreno es muy quebrado y montuoso. Pasa a 1/2 legua de ella el camino que conduce al Pinoso. En la cúspide de la sierra está el collado de la Excomunión que divide los límites de Abarán y Fortuna: produce mucho monte bajo y pinos”

Pascual Madoz
Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Tomo VII, Madrid, 1847, 526.

La cueva más imponente de la Sierra de la Pila
Localizada en la umbría de la Sierra de la Pila, a unos 685 msnm y en suelo de Abarán, la cavidad está asociada al cabalgamiento que estructura buena parte de esta cara norte en escarpes verticales. Se originó por erosión kárstica sobre calizas miocenas a partir de dos fracturas principales, una longitudinal y otra transversal a la altura de la actual boca de entrada. La cavidad está formada por una única sala de unos 27 metros de profundidad por 10 metros de anchura, con un suelo inclinado que llega a unirse con el techo, cuya altura máxima alcanza la decena de metros. Tradicionalmente, ha sido empleada como descansadero de ganados, estando emplazada junto a la vía pecuaria Cordel de las Pocicas y Cueva de la Excomunión, correspondiente, en parte, con el obsoleto Camino de Jumilla a Fortuna, en conexión directa con la Cañada Real de Cuenca a Cartagena.

Cueva de la Excomunión o de Jaime Jaime «el Barbudo»
y Cordel de las Pocicas y Cueva de la Excomunión
Detalle del Bosquejo planimétrico del término municipal
de Abarán, Zona 1ª, Hoja 2ª, escala 1:25.000, Dirección
General del Instituto Geográfico y Estadístico, 1898

La cueva fue habitada por el hombre del Neolítico Final o Calcolítico Antiguo (entre el IV y el III milenio a.C.) para abastecerse de los recursos naturales que la sierra le ofrecía, experimentando, a la vez, con una incipiente agricultura. Aquí se registró un elevado número de piezas correspondientes a cadenas operativas para la confección de herramientas líticas. Es, en definitiva, un yacimiento arqueológico a respetar por el visitante, ya que su subsuelo encierra la cultura material que permitirá conocer a los primitivos habitantes de la Sierra de la Pila, así como su paleoambiente.

Hábitat prehistórico en el interior de la Cueva de la Excomunión
Ilustración de Pablo Pineda (2019)

Recreación de Jaime "el Barbudo" y su
cuadrilla en la Cueva de la Excomunión
Detalle de una ilustración de Pablo Pineda (2019)

Más cercano en el tiempo, fue cobijo del bandolero Jaime "el Barbudo" (1783-1824), quien, a la postre, le daría seudónimo a la cueva, tal como se manifiesta en un plano de finales del siglo XIX. Con su cuadrilla, cabalgaba fugitivo de la ley en las primeras décadas de esta centuria por las sierras de Crevillente (su pueblo natal), Abanilla, El Carche, Quibas o La Pila; amplio territorio donde ha dejado numerosa toponimia ligada a su persona. Quizás fuera desde este lugar de la Sierra de la Pila donde redactó su solicitud de indulto y el de su cuadrilla el 20 de mayo de 1820, no siéndole concedido, por lo que siguió con sus correrías hasta su ejecución pública en la murciana Plaza de Santo Domingo.

Visita interpretada a la Cueva de la Excomunión
Fotografía de Héctor Manuel Quijada Guillamón (2019)

Cartel informativo de la Cueva de la Excomunión
o de Jaime "el Barbudo". Fotografía de
Héctor Manuel Quijada Guillamón (2020)

Cueva de la Excomunión desde el Rincón de los Poyatos (Abarán)
Fotografía de Jesús Joaquín López Moreno (2008)

Texto: Jesús Joaquín López Moreno y José María Gómez Manuel (2019).